Hábitos como el tabaquismo pueden condicionar la salud y hasta la vida frente a un posible contagio por COVID-19
De acuerdo con datos publicados por el diario La Jornada, entre julio y diciembre de 2020 aumentó en un 88 % la prevalencia de contagios por COVID-19 en jóvenes de entre 15 y 29 años. Además de que, comparado con lo que sucedía al inicio de la pandemia –donde las personas en este rango de edad apenas si presentaban cefálea y fiebre sin ameritar hospitalización— ahora se presentan decesos.
Un dato similar lo presentó el diario español El País en el que se resalta que los jóvenes en naciones de Latinoamérica también son un grupo de riesgo ante el coronavirus por deficiencias en los sectores de salud, por la falta de coordinación en las políticas aplicables para prevenir los contagios, lo accesos a medicinas, a una cama con ventilador o incluso a la falta de servicios médicos generales.
A pesar de que se ha identificado como un grupo fuera de riesgo, especialistas han señalado la vulnerabilidad que un adolescente o adulto joven puede tener ante un contagio de la enfermedad que produce el virus SARS-CoV-2. Hábitos como el tabaquismo, que se adquieren en esta etapa de la vida pueden ser factores para llevar a resultados negativos un posible contagio.
Al respecto, la doctora Gabriela Alejandra Cuevas Sanabria, responsable del Programa de Salud Organizacional del Sistema de Educación Media Superior (SEMS), señaló que una época como esta es ideal para dejar esas prácticas que condicionan a la salud y apostar por otras que pueden beneficiar.
Describió: “Por ejemplo: cualquier pretexto es válido para dejar de fumar. Es de suma importancia ante esta situación que aquellos que fuman dejen de hacerlo, ya que les permitirá conservar las partes que aún tienen sanas de su pulmón y poder tener mejor capacidad de respuesta ante el COVID-19. Deben recordar que el daño generado por el cigarro en los pulmones es irreparable por lo que cuanto antes dejen de hacerlo, tendrán más posibilidad de mantener mayor porcentaje de parénquima pulmonar funcional”.
Añadió que por ejemplo cuando una persona fuma en las calles, en primera se debe retirar la mascarilla y en segunda al exhalar el humo se lanzan gotitas de saliva por lo que si hay alguien más acompañando al fumador corre riesgo de contagio. “Si a pesar del daño que causa el cigarro a los pulmones, las personas desean continuar con dicha práctica, deberán hacerlo en espacios abiertos y sin compañía”.
Recordó que un pulmón de alguien que ha fumado por años presentará daños inevitables que harán que se tenga menos tejido funcional. “Si una persona que fuma se contagia, su pulmón presentará problemas para realizar un adecuado intercambio de gases debido al daño existente por el cigarro y aunado al daño pulmonar que provoca el virus SARS-CoV-2 no recibirá oxigenación adecuada a la sangre y a los tejidos, causando deterioro sistémico y una posible muerte”.
Cuevas Sanabria señaló que ante el botón de emergencia al que llamó el Gobierno de Jalisco hasta el 31 de enero por el alza en contagios en la entidad y el país, es necesario que las personas sean conscientes de que las medidas de contención de la pandemia deben pasar por la decisión propia.
Asimismo recomendó a las personas que se encuentran en contagio a mantenerse en reposo y si tienen posibilidad a realizar actividades de baja intensidad. A quienes ya pasaron por el mismo, los invitó a realizar ejercicios aeróbicos de fisioterapia para fortalecer nuevamente sus pulmones, entre los que destacó los siguientes:
UNO: Consigue un popote y un vaso con agua. Inspira todo el aire posible y posteriormente sácalo por el popote de forma continua y sin pausas hasta vaciar los pulmones. Hazlo lo más rápido posible. Esto ayudará a vencer la resistencia que ejerce el agua a la salida del aire y fortalecerá la capacidad pulmonar.
DOS: Ejercicios de acondicionamiento físico. Camina con control de tu respiración. Al iniciar inspira mientras das dos pasos ligeramente más lentos de lo normal; posteriormente saca el aire mientras das 5 pasos. Poco a poco debes incrementar el número de pasos para la expulsión del aire y hacer más prolongado el tiempo de respiración. Esto podrás repetirlo de 3 a 5 minutos, dos veces por día.
TRES: Subir escaleras con control de la respiración. Esta técnica es muy similar a la anterior; al subir un escalón debes inspirar y exhalar mientras subes los próximos 3 escalones, así de forma repetida hasta completar de entre 3 a 5 minutos.
CUATRO: Ejercicios diafragmáticos. Siéntate y coloca tus manos en el abdomen sin presionar. Debes inspirar por la nariz y mantener el aire dentro de los pulmones por unos segundos; después deberás exhalar ayudado con una ligera presión del abdomen con tus manos al momento de arrojar el aire tratando de que el ombligo se pliegue a su mayor profundidad.
Hizo hincapié en que la alimentación es básica, por lo que invitó a las personas, comida que contengan alto índice de vitamina A (zanahorias, vegetales de hoja verde, papas, mango, leche entera, mostaza, calabaza, tomate, papaya, melocotón, entre otras), vitamina C (guayaba, perejil, pimiento rojo dulce crudo en ensaladas, grosella negra, brócoli, papaya, col de bruselas, lichi, fresas, naranja, entre otros) y vitamina D (salmón, sardinas en lata, pescado grasos, huevo y lácteos).
Para quienes han resultado con contagio y pierden el sentido del gusto y el olfato, las instó a continuar alimentándose para no debilitar el sistema inmune y sobre todo tomar agua natural para mantenerse hidratados. A quienes no se han contagiado, los invitó a no dejar de lado la práctica de ejercicio y de actividad física y sobre todo a cuidarse para no propagar el virus así como seguir las mismas recomendaciones de alimentación.
La doctora también reflexionó acerca de esta segunda ola de contagios (en Jalisco, este lunes 25 de enero, se confirmaron mil 996 nuevos casos para llegar a 183 mil 396 acumulados y se reportaron 65 defunciones con un total de 7 mil 872 fallecimientos en la entidad por COVID-19) y aseveró que es importante que tomemos consciencia de la falta de responsabilidad tan evidente ante las acciones propias de riesgo que cometemos día con día al salir sin cubrebocas y no respetar las medidas de higiene y prevención.
“Es triste ver cómo mueren miles de personas al día en todas partes del mundo y muchos, en nuestra ciudad y en nuestro país, siguen saliendo de fiesta, a reuniones o de viaje. Es evidente que dejan de lado las medidas de prevención. Gracias a esta falta de compromiso en salvaguardar la vida de una persona ajena a nuestras familias, muchos médicos y personal de salud están muriendo. Hay integrantes de familias que se ven obligados a salir a trabajar, lo que los obliga a pisar zonas donde pocos siguen las reglas y esto les cuesta la vida. Debemos hacer conciencia no después de que un familiar o conocido ha fallecido de COVID-19, sino hacerlo ahora, antes de que más personas mueran por aquellos que no han tomado nada en serio”.
Sugirió seguir al pie de la letra todas las medidas de prevención que nos han indicado las instituciones de salud como la Organización Mundial de la Salud, la Secretaria de Salud y la sala de situación de la UdeG; usar en todo momento el cubrebocas; evitar estar fuera de casa a menos que sea realmente necesario y mantener el distanciamiento social establecido; mantener higiene de manos continuo, tanto en casa como fuera de ella (si no es posible lavar las manos con agua y jabón, usemos gel antibacterial), mantener ventilada la casa y no compartir cubiertos.
Asimismo recomendó que ante cualquier síntoma o contacto de riesgo se acuda a evaluación médica y de ser necesario al aislamiento, cumplirlo como ha sido indicado, para no propagar la infección. Recuerda: Sin ti no funciona. Mejor, #QuédateEnCasa.