Instala UdeG 216 desfibriladores para planteles y dependencias de la Red Universitaria

El Programa de Cardioprotección Universitaria permitirá salvar vidas gracias a los aparatos de última tecnología y la capacitación al personal

La salud de los estudiantes y trabajadores es una prioridad para la Universidad de Guadalajara (UdeG). Gracias al Programa de Cardioprotección Universitaria todos los centros universitarios, las preparatorias, el edificio de Rectoría General y demás dependencias de esta institución contarán con desfibriladores semiautomáticos.

 

La co-coordinadora del Sistema Institucional de Seguridad, Salud y Medio Ambiente (SISSMA), doctora Sandra Margarita Rubio Ávila, dijo que este programa nació en la Coordinación General de Recursos Humanos (CGRH) de la necesidad de atender dos importantes renglones de la gestión del talento humano: la seguridad y la salud en los espacios de trabajo.

 

El SISSMA elaboró un diagnóstico en el cual se detectó que 75 % de los trabajadores de la Universidad tienen entre 30 y 59 años de edad y, por lo tanto, constituyen población de riesgo.

 

“Además, el pasado 8 de octubre de 2019 se publicó, mediante el decreto No. 27346/LXII/19 en el Periódico Oficial del nuestro Estado, la reforma del artículo 109 de la Ley de Salud del Estado de Jalisco, donde se establece la obligación de que en todo edificio público o privado que genere concentración de al menos 50 personas en concurrencia, cuente con al menos un desfibrilador que será instalado en un lugar de fácil acceso, cuya ubicación, operación y funcionamiento deberá de estar claramente señalizado”, recordó Rubio Ávila.

 

El coordinador del SISSMA, doctor Rodolfo Armas Ramírez, explicó que 80 % de los infartos ocurren fuera de los hogares, ya sea en la vía pública o en espacios de trabajo, y los primeros cinco minutos son clave para actuar y salvar vidas; por ello, un desfibrilador incrementa 34 % la posibilidad de sobrevivir.

 

“Como parte de este programa, nuestra institución adquirió 216 desfibriladores y 216 botiquines de primeros auxilios, que serán colocados y entregados en 43 centros universitarios y edificios administrativos, 70 preparatorias metropolitanas y regionales, 96 módulos y siete extensiones del Sistema de Educación Media superior”, informó Armas Ramírez.

 

Los kits contarán con un desfibrilador externo semiautomático, vitrina de seguridad y señalética, además se proporcionará la capacitación necesaria para la operación y atención ante algún evento. Se adquirieron también 34 desfibriladores de entrenamiento y 136 maniquíes para la capacitación del personal universitario.

 

También, se realizarán capacitaciones a partir de la primera semana de septiembre a todo el personal que desee aprender a utilizar los desfibriladores, sean o no de la comunidad médica. La idea es capacitar a 20 % de los empleados, como mínimo.

 

Esos aparatos estarán en vitrinas con una placa con la siguiente leyenda: “Zona Universitaria Cardioprotegida”, las cuales, obviamente, no tendrán llave, pero estarán vigiladas mediante videocámaras y contarán con alarma para garantizar su buen uso; además de que personal médico monitoreará su condición cada semana.

 

Rubio Ávila dijo que se estima que ocho de cada diez personas que sufren un infarto no conocen los síntomas previos, como el dolor de pecho, náuseas o dolor en el brazo izquierdo, y eso también formará parte de la capacitación.

 

Informó que, afortunadamente, durante los últimos tres años no ha habido ninguna defunción por infarto al miocardio entre la comunidad universitaria, y el personal del SISSMA ha logrado salvar la vida de seis personas que sufrieron un evento de este tipo.

 

“Se hizo de forma manual, imagínense cuántas vidas podremos salvar con estos aparatos. Cualquier inversión, si se salva una vida, vale la pena por donde se le vea. La vida no tiene precio. La visión de la Rectoría General es privilegiar este renglón de la salud laboral”, concluyó Armas Ramírez.

  • Boletín Informativo No. 247
    Julio Ríos
    Miércoles 23 de Septiembre de 2020
    Guadalajara, Jalisco
    Fotografía: Gustavo Alfonzo