El objetivo es desarrollar acciones de impacto positivo al medio ambiente
La realidad que vive la Preparatoria 6 de la Universidad de Guadalajara (UdeG), rodeada de fábricas y polución, ha servido para inspirar a los jóvenes del plantel del Sistema de Educación Media Superior (SEMS) a generar acciones que combatan la contaminación ambiental y desde la Trayectoria de Aprendizaje Especializante (TAE) de Educación Ambiental, cuatro grupos de estudiantes inspiraron a toda la comunidad de la escuela a realizar el Basura Challenge, reto que ahora lanzan a la comunidad de la UdeG.
Al respecto, la licenciada Luz Elena Barrón Ulloa, docente de la TAE, explicó que el plantel ubicado en Miravalle está en una zona de fragilidad ambiental, sin embargo, la comunidad del SEMS que representan se ha convertido en un oasis en la zona, por las acciones que han emprendido con la siembra de árboles y otras actividades que buscan propiciar un impacto positivo al medio ambiente, “lo tomamos como inspiración”, afirmó.
“Llevamos a cabo el Basura Challenge y buscamos concientizar a todas las personas para crear espacios más agradables, libres de desechos, que estén limpios para generar entornos que puedan crear armonía. Nosotros ya comenzamos y ahora lanzamos el reto a otras escuelas del SEMS. No buscamos un ganador, sino el cambio y acciones que nazcan desde nuestras comunidades universitarias”.
Puntualizó que en la actualidad, los alumnos que cursan la educación media superior en la UdeG en su mayoría buscan realizar acciones que beneficien al medio ambiente, ya que son individuos que están preocupados por lo que le pase al planeta; “vimos cómo los jóvenes de otros grupos se sumaron al reto y otros manifestaron su interés en participar en actividades que sean benéficas para todos y reviertan el impacto negativo que han tenido los ecosistemas”.
El desafío, según comentó Barrón Ulloa, es para todas las preparatorias de la UdeG así como a las incorporadas, sin embargo, hizo hincapié en que si es importante que el SEMS alce la mano por zonas: “podría lanzarse la batuta a estudiantes y académicos de preparatorias como la 5, o la 9 por la cercanía con la 6. La realidad es que queremos que el eco sea en toda la comunidad de la UdeG; nosotros comenzamos, pero es en beneficio de nuestro entorno, así que también extendemos el reto a la sociedad en general”.
La profesora concluyó que con pequeñas acciones se pueden cambiar realidades y pasar de lo negativo a lo positivo: “estos retos, que hoy es común encontrarlos en los entornos virtuales, se viralizan con rapidez y son cada vez más parte de nuestra idiosincrasia como ciudadanos digitales, sabemos que por medio de ellos podemos generar cambios que nos beneficien a todos. Esperamos que cada vez seamos más los que nos preocupamos por el entorno. Esperamos la respuesta al desafío”, sentenció.